La victoria de Mae de la Concha en las elecciones internas de Podemos, imponiéndose por apenas un centenar de votos a la candidata que partía como favorita, Laura Camargo, alinea a la formación con las tesis de la dirección estatal que dirige Pablo Iglesias, partidaria de la entrada en los gobiernos autonómicos. La nueva estrategia deberá ser debatida por los órganos renovados, pero la intención de reclamar un departamento en el Govern que preside la socialista Francina Armengol supondría un salto en la presencia institucional de Podemos en las Islas, aunque ya forma parte de los equipos de gestión en los tres consells y el Ajuntament de Palma. Sin embargo, ayer el Govern ya descartó que Podemos entre en Ejecutivo esta legislatura. La portavoz, Pilar Costa, pidió seriedad a la formación morada.

Victoria oficialista. De la Concha consolida el control del oficialismo de Podemos en Balears y deja en entredicho a su grupo en el Parlament, con mayoría de críticos derrotados, con Camargo a la cabeza. Sin embargo, la elección de Mae de la Concha –diputada en el Congreso y con residencia en Menorca– plantea no pocos problemas organizativos y de proyección pública del partido en las Islas. Estas circunstancias hacen vislumbrar un fortalecimiento del papel de Alberto Jarabo, que deja la secretaría general pero conserva su escaño en la Cámara autonómica y es el principal promotor de la entrada en el Govern –una opción que la presidenta Armengol nunca ha contemplado con entusiasmo–.

Nueva fase política. A partir de ahora se abre una nueva fase política en el seno del Pacte (PSIB, Més y Podemos) porque la nueva dirección del partido morado también controla al Consejo Ciudadano, con una amplia mayoría. De este modo, Mae de la Concha y su equipo tienen las manos libres para modular su acción política en el tramo final de la legislatura. No es aventurado sospechar que el proceso puede generar no pocas tensiones entre los socios del Pacte al replantear el reparto de las áreas de poder, si bien inicialmente parece descartado.