La primera jornada del tercer congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales contó con la participación de Antonio Nieto Magro, subdirector de Cooperación y Competitividad Turística, quien anunció que el Gobierno aumentará el control fiscal y de seguridad en el alquiler turístico. En este sentido, plataformas de alquiler como Air Bnb o Homeaway tendrán la obligación de suministrar a la Agencia Tributaria información sobre los dueños de pisos turísticos o de quienes se anuncian para alquilarlos con tal fin. Esta medida de control se sumará a la ley turística balear con la que los propietarios de los pisos que se alquilen a turistas se enfrentan a multas que podrían llegar a los 40.000 euros.

Responsabilidad. Las plataformas de alquiler de pisos antes mencionadas pasaron muy de puntillas ayer sobre qué responsabilidades tienen en cuestiones como el subarrendamiento. Los respresentantes de Airbnb y Homeaway expusieron los beneficios de esta actividad económica sin entrar a debatir ni asumir si ha contribuido a un aumento de los precios del alquiler de pisos. Son muchos los propietarios que, hasta la entrada en vigor de la modificación de la ley turística balear, preferían alquilar sus inmuebles a viajeros por días a precios, incluso, más caros que los de una noche de hotel. Con la entrada en vigor de la nueva ley, y por miedo a las sanciones, muchos de estos pisos han vuelto al mercado anual, pero a precios fuera del alcance de muchos bolsillos y con grandes exigencias que limitan aún más el acceso a la vivienda en alquiler para muchas familias.

Incidencia. En paralelo a esta realidad están los empresarios hoteleros, que cerrarán la temporada con una bajada en la ocupación entre el 2% y el 3% cuando el aeropuerto de Ibiza ha registrado de enero a septiembre 6,8 millones de pasajeros, un 5,9% más que hace un año. Los hoteleros reclaman las mismas reglas del juego para quienes les están haciendo la competencia sin tener que cumplir las exigencias ni pagar los impuestos que ellos pagan. Es indudable que el alquiler de pisos a turistas a través de estas plataformas ha tenido repercusión en la economía pitiusa y también a nivel social. Es necesario que exista un control y una regulación real y que las mismas empresas colaboren en lugar de desvincularse de la realidad que han creado en Ibiza y Formentera.