La reunión que mantuvieron ayer los diputados de Podemos Alberto Jarabo y Laura Camargo con el vicepresidente del Govern y titular de la Conselleria de turisme, Biel Barceló, concluyó con un protocolo de fiscalización de la formación morada sobre el departamento que, en los últimos meses, ha acumulado dos dimisiones entre su cúpula dirigente por supuestas irregularidades. El director de la Agència Baleat de Turisme y la directora general de Turisme, Pere Muñoz y Pilar Carbonell, respectivamente, han tenido que presentar su dimisión al quedar vinculados a investigaciones judiciales. En ambos asuntos se trata de aclarar cuestiones relacionadas con tramitaciones administrativas de las que Podemos pretendía exigir responsabilidades políticas a Barceló.

Control sobre Turisme. El encuentro de los diputados de Podemos con la cúpula de Turisme se ha saldado con el compromiso de facilitar toda la información relativa a contrataciones y adjudicaciones del departamento a los socios del Pacte que no están en el Govern, siempre bajo la amenaza de que en el caso de incumplimiento activarían una moción de reprobación del conseller Barceló. Los recelos internos del Pacte resurgen a la más mínima oportunidad, más cuando en esta ocasión sólo hay indicios o conjeturas respecto a comportamientos personales; todavía no hay ningún pronunciamiento judicial severo en contra de los implicados.

Agilidad y eficacia. Los ciudadanos demandan de la Administración agilidad y eficacia en su gestión institucional, una dinámica que resulta complicada responder con una burocracia compleja y farragosa que es preciso simplificar poniendo énfasis en la transparencia y la responsabilidad en toda su tramitación. Mientras, Podemos se atribuye un papel que no le corresponde y que más parece un gesto con fines electorales y de consumo interno para su militancia que otra cosa. El Pacte sale debilitado de la reunión de ayer.