Los datos turísticos del mes de noviembre, hechos públicos el jueves, invitan al optimismo. Balears cerró el mes de noviembre con 177.390 pasajeros, lo que supone un incremento del 16 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Se trata del mejor resultado de los últimos nueve años siendo los mercados alemanes y británicos los más fieles con las islas. Con estos datos se prevé que los aeropuertos de Balears acaben el año batiendo otro récord en pasajeros.

Alargar la temporada.
Que la temporada turística pueda alargarse varios meses es una gran noticia para Balears. Los trabajadores tienen la oportunidad de cotizar más meses al año y los establecimientos turísticos pueden aumentar su rentabilidad, si bien muchos se quejan de que mantienen abiertas las puertas a pesar de registrar pérdidas económicas. Aún así prefieren alargar la temporada, lo que hay que valorar positivamente. Después de que los políticos se hayan pasado años hablando de desestacionalización parece que ha llegado el momento en que los turistas sienten un cierto atractivo por las islas también en invierno. Para que esta situación se prolongue en el tiempo hay que generar alicientes, que no siempre se encuentran. No es posible que la Marina de Vila, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, parezca un desierto cuando acaba la temporada turística. Tampoco la política del Ayuntamiento de Vila motiva demasiado a los empresarios para intentar abrir más meses al año.

Reforzar esta política.
El turismo no debería ser objeto de debate entre la clase política como ha ocurrido en los últimos años. Los datos de la llegada de turistas a los aeropuertos de Balears correspondientes al mes de noviembre demuestran que el sector es ajeno a los líos que ha habido en la Conselleria de Turismo en las últimas semanas. Esa es una buena noticia. Porque la administración autonómica debería tener muy claro que uno de los objetivos es alargar la temporada turística, si bien se han escuchado voces como las de la exportavoz de Podemos pidiendo que no vengan turistas en invierno. No hay que hacer caso de estas propuestas que lo único que intentan es acabar con la principal industria de Balears.