El Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza ha condenado a seis meses de cárcel, dos años de inhabilitación y una multa de 5.400 euros al mediático empresario alemán Matthias Khün por realizar unas obras sin permiso en el islote de Tagomago. También ha sido condenado el constructor que hizo la obra, si bien la jueza ha absuelto a los dos acusados del delito contra el medio ambiente del que eran acusados por la Fiscalía. La jueza, en cambio, ha condenado a ambos por realizar obras sin permiso en Tagomago.

Máxima protección.
Tagomago es algo más que un islote para los ibicencos. Es un símbolo y un espacio medioambiental que la sociedad ibicenca quiere que esté protegida al cien por cien. Pero sorprendentemente Khün no ha sido condenado por un delito de medio ambiente, como pedía la Fiscalía, sino por hacer obras sin ningún permiso. Khün, recordemos, había contratado para su defensa al mediático exfiscal y actual abogado Pedro Horrach, que no ha conseguido el objetivo de que el empresario alemán fuese absuelto, al menos hasta que la Audiencia se pronuncie tras presentar recursos.

A la espera de la audiencia.
No deja de sorprender que la sentencia condene a Khün y al constructor de la obra por un delito que no solicitaba la Fiscalía, que era el de medio ambiente, y sí por infringir la ordenación del territorio. Eso significa que aún queda recurso y no hay que descartar que se produzcan cambios significativos en la Audiencia Provincial, donde el asunto será revisado y tiene un camino nada claro. Tampoco parece que la estrategia de Khün de no responder al fiscal durante el juicio le haya dado buenos resultados. Pero lo más significativo de esta sentencia condenatoria es que Khün debería saber que hay muchos ojos puestos en la gestión que hace en Tagomago. Es cierto que la isla es de su propiedad, pero por la importancia de Tagomago el empresario alemán debería actuar con ejemplaridad. Ahora ya sabe lo que significa no ser escrupuloso con la ley.