El delegado insular del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, José Serra, ha advertido que la Ley de Turismo, también conocida como la ‘ley Frankestein’, provocará que cuando se impongan las primeras sanciones por alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares se acuda al Tribunal Constitucional para que los propietarios puedan defender sus intereses. Sin duda, un mal presagio para una ley que tenía que resolver todos los males de la vivienda en Ibiza y Formentera, pero que desgraciadamente lo que provocará es una mayor inseguridad jurídica.

Una cuestión de demanda.
Según la teoría de José Serra, no hay previsión de que bajen los precios de los alquileres. Por el contrario, lo que puede ocurrir es que aumenten debido a la demanda y, sobre todo, por el gran flujo de trabajadores que se registra en las Pitiusas en temporada alta. Mientras haya trabajadores dispuestos a pagar 1.000 o 1.200 euros al mes por un apartamento de una habitación no parece que los propietarios tengan que estar preocupados. Está garantizado que ocuparán sus propiedades.

A la espera de la crisis.
Sin duda es preocupante el vaticinio del experto José Serra, quien asegura que el tema de la vivienda de alquiler no se resolverá hasta que vuelva a vivirse una crisis económica y, por lo tanto, la demanda laboral baje y, por ende, no haya tanta petición de pisos para alquilar. Es decir, habrá que esperar a que la economía vaya mal para que los precios se normalicen, pero desgraciadamente muchas familias lo seguirán pasando mal porque no tendrán trabajo. Por eso debería acelerarse la puesta en marcha de viviendas públicas de alquiler. No hace falta anunciarlo tres o cuatro veces. Empiecen las obras porque es la única manera de resolver el problema. Con leyes se ha demostrado que no es efectivo.