El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Carraca, aseguró el domingo, en una entrevista concedida a este periódico, que las obras del macrocomplejo de lujo en Cala Xarraca fueron paralizadas cuando se verificó que estaban haciendo obras que no se ajustaban a la licencia que se había concedido. Carraca dice que no actuó por la denuncia del GEN y justifica que no intervino antes porque no se daban las circunstancias legales necesarias para ello. Sin embargo, resulta difícil de creer que aún haya empresas que intenten desviarse de las normativas municipales para hacer obras de reforma en Ibiza y que no sean conscientes de las consecuencias.

Inflexibles.
Mucho se ha hablado y escrito sobre la protección del territorio en Ibiza. Durante años se han cometido auténticos atentados contra el paisaje ibicenco, pero eran otras circunstancias políticas y sociales. El turismo estaba en pleno auge, las leyes eran muy poco efectivas, y se produjo un evidente descontrol que ha provocado daños irreparables para el medio ambiente en la isla. Pero los ayuntamientos ahora tienen instrumentos para hacer cumplir la ley a rajatabla, sin concesiones, y exigiendo el cumplimiento pulcro de la normativa municipal. Sin excusas.

Un macroproyecto.
Lo ideal sería que la mole de hormigón que hay en Cala Xarraca fuese derribada y que se volviese al estado original, pero la promotora del proyecto quiere desarrollar la obra y evidentemente asumir sus derechos urbanísticos en una zona especialmente protegida de la costa ibicenca si se compara con otros enclaves de Ibiza. Pero que las grúas y los camiones sigan operando en Cala Xarraca es cuestión de tiempo. Cala Xarraca es un ejemplo de los errores del pasado, que por desgracia siguen muy vigentes hoy en la isla. Porque toda la sociedad ibicenca cree que este tipo de hoteles, que destrozan la silueta de la costa de la isla, ya no tienen ninguna utilidad ni para la economía. Ni los puestos de trabajo que se puedan crear justifican hoy un proyecto como el de Cala Xarraca. No hay que cometer errores del pasado bajo ningún concepto.