Es preciso que desaparezcan las desigualdades que aún persisten entre hombres y mujeres. La jornada de huelga feminista convocada ayer con motivo del Día Internacional de la Mujer, a pesar del seguimiento desigual, ha de considerarse exitoso y que ha servido para concienciar a las propias mujeres y a la sociedad en su conjunto, de que sin ellas y sin su labor en todos los ámbitos, ya sea profesional o doméstico, el país no funciona. Pese a que algunas reivindicaciones que figuran en el manifiesto feminista entran de lleno en el ámbito político y por tanto, son cuestionables, como la crítica del sistema capitalista (como si las mujeres en los países comunistas estuvieran mucho mejor), en su conjunto se trata de un documento justo que justifica la movilización convocada.

Alzar la voz contra la desigualdad.
Las reivindicaciones puestas sobre la mesa en materia de protección contra la violencia machista; de desigualdad en el ámbito laboral con especial énfasis en la superación de la brecha salarial existente entre hombres y mujeres; en materia de igualdad de oportunidades en el ámbito profesional; etc, son absolutamente justas y merece la pena alzar la voz para reclamarlas. Sin embargo, todo esto no puede quedarse en un ejercicio de postureo hipócrita. Las palabras y los manifiestos deben dejar paso a los hechos y a las decisiones políticas, muchas de las cuales dependen de la actuación valiente de las responsables que en muchos casos encabezaban las manifestaciones que se sucedieron en todo el país en el día de ayer.

Compromiso.
El Grupo Prensa Pitiusa, del que forma parte Periódico de Ibiza y Formentera, ha decidido no descontar el día de paro a las trabajadoras que optaron por secundar la huelga. Esta decisión, junto a la supresión de los anuncios de prostitución, pretenden demostrar el compromiso de este grupo empresarial de comunicación en favor de los derechos de las mujeres.