La entrevista a Mariano Rajoy que publicamos este lunes es un claro reflejo de la personalidad del político gallego y presidente del Gobierno desde 2011. Es un pragmático por encima de cualquier otra consideración, que rara vez lanza las campanas al vuelo y que sabe realizar sus movimientos tácticos hablando entre líneas y actuando de manera pausada y sin aspavientos. De ahí que tenga un extraordinario valor su afirmación de que la definitiva aprobación del REB balear va por buen camino y es posible que pronto sea una realidad. Eso aportaría notables beneficios al Archipiélago y, sobre todo, ayudaría a superar el enorme handicap que implica el hecho insular.

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La comprensión de un gallego.
Un pontevedrés como Mariano Rajoy está mucho más cerca de entender los anhelos y aspiraciones baleares que la típica mentalidad madrileña, donde impera la percepción y el esquema centro-periferia que a la postre, y aunque sea de manera inconsciente, acaba por perjudicar a los que están lejos de los grandes centros de poder de la capital. Sin embargo, la mentalidad gallega sí que es muy consciente de lo que supone buscar un desarrollo autónomo sostenible y sólido. Por eso es importante para los baleares aprovechar la personalidad y la óptica de Rajoy para conseguir objetivos como el REB o el 75% en los descuentos aéreos, pero también mirando hacia otros anhelos, sabiendo dar pasos medidos, lógicos y sólidos; en definitiva, aceptables para el político gallego.

Colaboración y respeto.
De la entrevista se desprende que Rajoy está por el diálogo. Sabe escuchar, aunque luego sea complejo arrancarle concesiones. Pero las instituciones isleñas deben ser conscientes de que por el camino de la negociación pragmática pueden lograr una dosis notable de comprensión. El PP balear, con Biel Company al frente, también debe ayudar a articular este diálogo por el interés general. Y, de hecho, es lo que está haciendo.