Hay que felicitar a los trabajadores y trabajadoras del Hospital de Can Misses que han resultado ganadores de los Premios Humana por su trabajo “Morir dignamente en Urgencias”. En él se aborda el tratamiento que merecen los enfermos que van a fallecer en esta área hospitalaria, donde el estrés y el ajetreo son constantes, donde apenas hay privacidad, donde los familiares de los pacientes no pueden acceder libremente y donde además, hay saturación tanto del espacio como por parte del personal que suele ser menos del necesario y que además, sufre una sobrecarga de trabajo más que evidente. Aunque no es lo idóneo, hay enfermos que fallecen en Urgencias y no en una habitación en planta, rodeado de sus familiares y seres queridos, con la privacidad, la paz y la serenidad que cualquiera desearía.

Debate abierto.
Coincide en el tiempo con la admisión a trámite en el Congreso de los Diputados de una proposición de ley del Parlament de Catalunya para despenalizar la eutanasia. Además, el PSOE ha presentado su propia iniciativa parlamentaria para regular la eutanasia, donde los socialistas proponen incluso que se considere un nuevo derecho individual y efectivo, recogido como una prestación más en la cartera de servicios comunes de la sanidad pública, con lo que ello significa. Y cuando no hace ni un año que Unidos Podemos vio rechazada una propuesta similar por la abstención del PSOE y Ciudadanos.

Respeto.
Ya se sabe que la eutanasia y el derecho a morir dignamente son cuestiones espinosas que chocan con las creencias de una parte de la ciudadanía española. Pero no es menos cierto que se trata de un debate que hay que abordar de forma seria, bajo parámetros éticos y científicos, sin que se imponga a nadie las creencias de otros. Así, es conveniente respetar todos los puntos de vista y buscar el máximo consenso posible en una materia tan delicada y controvertida. Y si no es posible alcanzarlo, que sería lo deseable, quizás lo mejor sea aplazar la discusión para más adelante.