Hace aproximadamente un año cambió la contrata de limpieza en Sant Antoni. El tripartito elegía a una nueva empresa y destinaba más dinero cada año para limpiar el municipio, que no precisamente destacaba por ser la más aseado de Ibiza. Era un reto ilusionante porque el listón en Sant Antoni no estaba precisamente muy alto, tal y como se quejaban los propios concejales en las redes sociales, que es el espacio donde habitualmente expresan sus ideas y en el que se enfrentan a todos aquellos ciudadanos que no comulgan con sus ideas o se atreven a criticar su gestión. Un año después, el balance no puede ser peor. La contrata actual cobra más que la anterior, pero apenas se nota.

Personal propio.
En las páginas del Periódico de Ibiza de hoy se explica con todo detalle cómo se desarrolla la limpieza en Sant Antoni. Desde primera hora de la mañana se limpian los restos de la suciedad que se genera, sobre todo en el West End, con el fin de retirar vasos, botellas, globos y las cápsulas del gas de la risa que circulan en la zona de ocio del municipio. Pero no basta. Es tan evidente que hasta los empresarios del West End tienen que contratar su propio servicio para limpiar el trozo de acera que ocupan durante el día. Lo que hace el servicio municipal es del todo insuficiente.

Menos multas, más limpieza.
Pese a que es evidente que hace falta mejorar la limpieza en Sant Antoni, que faltan aspectos por cuidar, el tripartito hace caso omiso a todas las críticas que se puedan dar al respecto. Parece que el principal objetivo es sancionar a los comerciantes por los horarios mientras se siguen descuidando aspectos que sí dependen de la gestión municipal y por la cual los ciudadanos pagan sus impuestos. Lo peor es cuando los político no se escuchan las críticas y creen que todo lo hacen fenomenalmente bien. Ese ha sido el gran error del tripartito desde que comenzó la legislatura. Y ahí siguen.