Recuerdo una pintada que vi hará treinta años en Villalba, ahora Vilalba, el pueblo de Fraga, que decía «Sin cerveza no hay revolución». Pues lo mismo se puede aplicar al sistema político actual que de momento disfrutamos «Sin libertad de prensa no hay democracia» y, desde luego, con purgas mateanas en RTVE, con los bolivarianos tuerkosos, con la Celaá exigiendo preguntas a medida y con la ley que quiere sacar la vice Calvo Poyato para amordazar a los periodistas, pues ya me dirán.

Es verdad que van a sacar la momia de Franco de Cuelgamuros, pero parece que el espíritu censor de aquel régimen se les ha alquimizado y van camino de ser más papistas que el Papa. Y es que están cociéndose en su propia salsa, en su propia pureza por los escandalitos diarios y el Gobierno no sabe como parar este aluvión de másteres, tesis doctorales superplagiadas y bodriosas, empresas interpuestas, pisos no declarados, nenazas y villarejadas y otros meneos que a diario va sacando la prensa no afecta.

Sería por 1975, Franco estaba ya enfermo, Pilar Franco, su hermana, estaba precisamente en Ibiza, le gustaba mucho nuestra Isla. Un periodista (que se la jugaba) le preguntó a Pilar: «¿Cuál es la opinión de su hermano, el Jefe del Estado?» Y dijo la hermanísima: «El escucha y actúa. Lo que piensa su lado derecho, el izquierdo no lo sabe».

Todos sabemos que en el franquismo había que tener cuidado con lo que se decía en materia política. Por eso fue un alivio mental la llegada de la Constitución y de la Democracia, pensamos que desde entonces la libertad iba a crecer y ha pasado lo contrario, la libertad decrece y los censores son ya confesos, como la vice Calvo Poyato o TV3. Pronto todos zombies.