La actual hegemonía de la izquierda en los diferentes consells insulares se romperá en las próximas elecciones. Ibiza es la isla de Balears donde más claramente se ve que habrá un cambio de rumbo. El PP consigue la estimación de voto más elevada con un 30%. Ciudadanos irrumpiría en el Consell d’Eivissa con dos consellers, mientras que Proposta x Eivissa conseguiría uno. En la izquierda, el PSOE alcanzaría el 22% de los votos y tres consellers. Guanyem, por su parte, únicamente lograría sumar el 2% de los votos, por lo que se quedaría sin representación en la máxima institución insular. La suma de Ciudadanos y PP arrebataría el poder a la coalición PSOE-Podem-Guanyem.

Desgaste y tensiones constantes.
Las tensiones entre PSOE, Podemos y Guanyem han sido constantes durante toda la legislatura. Una de las más ‘sonadas’ fue la consulta no vinculante que hizo Podemos sobre el desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària pese a que ya se había hecho, años antes, un proceso extenso de participación ciudadana. El último terremoto político fue en mayo de este año cuando Vericad votó en contra y, por tanto con el PP, de la propuesta del equipo de gobierno sobre la zonificación del alquiler turístico, por lo que ésta no salió adelante. Unas desavenencias entre socios de gobierno que han calado en la población ibicenca y que, previsiblemente, tengan sus consecuencias.

Acuerdos inciertos.
Los próximos meses serán decisivos de cara a la configuración definitiva de los consells insulares. Al igual que ocurre con las elecciones autonómicas, la elección de los representantes de las diferentes opciones políticas a los gobiernos de cada isla entra en una dinámica frenética para recuperar posiciones o consolidar los avances; tal y como apuntan los sondeos. El mimetismo en el voto, un comportamiento habitual en elecciones anteriores, puede que en esta ocasión no tenga el mismo reflejo. Todavía hay partidos que no han hecho público el nombre de sus candidatos y esto puede significar variaciones porcentuales con su correspondiente impacto en el reparto definitivo de escaños, circunstancia que abre nuevas expectativas para los próximos meses. La matemática de los pactos está abierta.