Los resultados del barómetro de intención de voto elaborados por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) que han sido publicados por Periódico de Ibiza y Formentera este pasado fin de semana, correspondientes a los ayuntamientos de Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan, demuestran que los partidos políticos de izquierdas conservan sus opciones para seguir gobernando en los consistorios donde actualmente lo hacen. Dejando al margen el caso peculiar de Sant Joan de Labritja y de su alcalde Antoni Marí ‘Carraca’, donde el PP seguiría siendo hegemónico y ostentando la mayoría absoluta, de confirmarse el resultado del sondeo del IBES, tanto en territorio ‘josepí’ como en Portmany, las formaciones de izquierdas, con el PSOE al frente, sumarían más que las formaciones de centro-derecha.

Sin modelo alternativo.
Pese a la bajada de votos que experimentaría el PSOE (muy leve en Sant Antoni -un punto porcentual- y algo mayor en Sant Josep -cuatro puntos-), la entrada de Podemos y eventualmente el concurso o bien de Guanyem en Sant Josep, o bien de Reinicia en Sant Antoni, permitiría a ambos municipios seguir con las políticas de izquierdas aplicadas en esta legislatura. De este dato se desprende una conclusión muy negativa para el PP: su oposición en ambos ayuntamientos no arroja los resultados que cabría esperar y pierden votantes. La entrada de Ciudadanos (en Sant Josep con un edil y en Sant Antoni con tres) no deja lugar a dudas. Y es que además de criticar la acción de gobierno, en política municipal es crucial ser capaz de lanzar propuestas y definir un modelo alternativo, cosa que no se percibe con claridad en los dos casos analizados.

Fragmentación del voto.
De materializarse el vaticinio que se desprende del sondeo, Podem absorbería a Guanyem del mismo modo que Podemos a nivel nacional ha engullido enteramente (o casi) a Izquierda Unida; Ciudadanos entraría con fuerza en todas las instituciones de Ibiza; y la coalición Proposta x Eivissa (compuesta por El PI, Más Eivissa y Alternativa Insular) demostraría ser una buena opción para el electorado regionalista, ya que lograría representación en todos los consistorios de la isla, que a la vista de la fragmentación del voto y de la ruptura del bipartidismo, resultaría determinante para formar gobiernos estables.