El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Alejandro Texias, visitó ayer la isla junto a otros destacados miembros del sindicato, como el secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo, Antonio Copete; el secretario general de la Federación de Servicios Públicos, Miguel Ángel Romero; y la secretaria general de la Federación de Industria, Construcción y Afines. Aprovechando su presencia en Ibiza convocaron a los medios de comunicación y arremetieron contra el conjunto de los empresarios ibicencos, en especial de los hoteleros, con generalizaciones bastante injustas y con acusaciones que no se molestaron en probar aportando datos.

Convenio de hostelería.
Antonio Copete criticó que la Federación Hotelera de Ibiza se negase en su día a suscribir el convenio de hostelería que negociaron los sindicatos con la Federación Hotelera de Mallorca (con la mediación del Govern balear) y que contempla un incremento salarial del 17% para los próximos cuatro años. Pese a que se trató básicamente de un gesto de disconformidad, como ya explicaron en su momento, por haber sido relegados de la negociación por los hoteleros mallorquines, que no evitará que cumplan lo acordado en el convenio aprobado, Copete acusó a los hoteleros de tener una «posición egoísta», puesto que «se están llevando, literalmente, a saco ese dinero porque las plantillas están bajo mínimos y el beneficio es mayor», aseguró el veterano sindicalista.

Generalización injusta.
Desconcierta el argumento de la UGT porque culpar a todos los hoteleros de Ibiza de sobrecargar a sus trabajadores teniendo plantillas insuficientes supone una generalización sobre todo un sector productivo que por sí misma es injusta. UGT está en su derecho de criticar a los empresarios, pero es mejor hacerlo con datos si se quiere evitar ser calificado de poco riguroso. Además se supone que todo sindicato debe denunciar ante las autoridades competentes los casos de sobreexplotación que conozcan. Pero denostar a todo un sector empresarial que invierte en sus establecimientos como han hecho los hoteleros en los últimos años para modernizar la industria turística, es muy inapropiado. Y se diría que obedece al auge de otros sindicatos en el sector, descontentos con los sindicatos tradicionales.