La inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea, prevista de manera inaplazable para el próximo 1 de abril de 2019, ha provocado el nerviosismo en el sector turístico balear. La ausencia de planes de contingencia específicos para paliar los efectos del ‘Brexit’ por parte del Gobierno español es el desencadenante del clima de incertidumbre empresarial, tal y como se admite desde la patronal CAEB. Es mucho lo que se juegan las Islas en este proceso. Alrededor de 3,7 millones de británicos pasan cada año sus vacaciones en Balears. De que lo sigan haciendo dependen miles de puestos de trabajo y la supervivencia de numerosas empresas.

Canales de información.
La queja empresarial desde Balears al Gobierno de Pedro Sánchez se centra en la ausencia de información directa sobre cómo se producirá el ‘Brexit’ y sus consecuencias en el turismo. Cualquier error o concesión puede significar una irremediable pérdida de competitividad frente a uno de los mercados emisores más potentes para las Islas. En términos prácticos, el margen de maniobra de España es el que es en el conjunto de la Unión Europea. De lo que se trata es de figurar entre las prioridades para asegurar que no se quedará fuera de la agenda de movimientos, tanto para Madrid como para Bruselas.

Interlocución inmediata.
En este tramo final de la materialización del ‘Brexit’ es preciso que se genere una interlocución directa entre el Gobierno español y las organizaciones empresariales implicadas. El objetivo primordial debe ser transmitir un mensaje claro sobre un tema tan importante para la economía de Balears. Es mucho lo que hay en juego y el sector turístico debe disponer de información de primera mano para poder gestionar alternativas a la salida británica de la Unión Europea. El tiempo corre de manera irremediable y el 1 de abril está a apenas tres meses. Son momentos de saber estar a la altura de las circunstancias históricas que vivimos.