En febrero de 2014, más de 15.000 ibicencos se manifestaron en contra de los proyectos de prospecciones petrolíferas que amenazaban y siguen amenazando el Mar Mediterráneo. Una concentración comparable a las que en su día se produjeron en contra de la construcción de las autovías o a favor de la protección de ses Salines, que también fueron muy multitudinarias. Meses antes se había puesto en marcha la Alianza Mar Blava, una plataforma integrada por instituciones públicas, sector privado y entidades de la sociedad civil con el objetivo de que el Mediterráneo bajo jurisdicción española sea declarado por ley ‘Zona Libre de Prospecciones de Hidrocarburos’. Desde entonces, Mar Blava ha conseguido que ninguno de los proyectos sondeos petrolíferos previstos cerca de Balears se haya llevado a cabo, con el archivo de alguno de ellos.

Siempre alerta.
Casi cinco años después de esa gran manifestación, los peligros siguen acechando el litoral pitiuso pero los ojos siempre atentos de Mar Blava han impedido que hasta el momento ninguna empresa petrolera haya podido sondear acústicamente el fondo del mar en busca de petróleo. Es más, la Alianza ha conseguido que se declare como área marina protegida el corredor de cetáceos del Mediterráneo, una auténtica autopista entre la Península y las Balears libre de prospecciones para estos mamíferos de gran valor. No obstante, el trabajo de Mar Blava continúa siendo muy importante porque, hasta el momento, ningún gobierno, ni del PP ni del PSOE, ha mostrado síntomas de querer proteger el Mediterráneo de las petroleras, un auténtico peligro para la economía pitiusa.

Un ejemplo a seguir.
Además del buen hacer de los responsables de Mar Blava, el hecho de que la Alianza tenga el respaldo de las instituciones públicas, el sector privado y las entidades sociales de nuestras islas ha supuesto una gran baza a la hora de enfrentarse a Madrid para reclamar un Mediterráneo libre de prospecciones. Un ejemplo del que deberían tomar nota nuestros actuales gobernantes: la unión hace la fuerza.