Uno de los sectores estratégicos de la industria turística, el transporte discrecional, afrontará en las próximas semanas la negociación de la subida salarial y otros aspectos del convenio colectivo. El presidente de la patronal balear, Rafael Roig, considera «inasumible» la demanda de un incremento del 15 por ciento en el período 2019-2021, índice que sube al 20 por ciento si se le añaden los complementos retributivos, según la propuesta sindical formulada por CC.OO. y UGT. Aunque las negociaciones no han comenzado de un modo formal, es fácil adivinar que las distancias entre ambas partes son más que notables y a nadie se le oculta que la conflictividad en este servicio generaría importantes pérdidas económicas y de imagen para Balears en un año con muchas incertidumbres.

El tirón de hostelería.

La firma de un aumento salarial del 17 % para el sector de la hostelería se está convirtiendo en el modelo de referencia para todos los sectores vinculados con el turismo, una dinámica global que genera importantes desfases en una actividad multisectorial. Recordemos que la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera y los pequeños establecimientos de restauración se quejaron del acuerdo de hostelería al considerar que la subida salarial sólo era asumible para las grandes cadenas. La fiscalidad añadida que supone la ecotasa es otro inconveniente serio para los pequeños hoteleros. Ahora, el transporte discrecional entiende como un riesgo las demandas sindicales.

Convergencia de intereses.

La incertidumbre sobre el desarrollo de la próxima temporada es palpable, la competencia de los destinos turísticos alternativos en el Mediterráneo y los posibles efectos del ‘brexit’ están generando una importante retracción de la demanda. Negar la realidad es siempre un mal punto de partida, por eso es preciso apelar a la responsabilidad de empresarios y trabajadores para lograr un acuerdo que beneficie a ambas partes. La sensatez se pondrá a prueba con estas negociaciones.