Ha sido necesario un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona para poner una gran dosis de sentido común a la eliminación de las cabras de es Vedrà. Los expertos proponen una extracción parcial de las cabras, sin tiros desde barcas, y que los animales que se queden en el islote no puedan reproducirse. Se trata de una propuesta sensata que nada tiene que ver con la masacre protagonizada por la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear en 2016, que contó con el apoyo del entonces conseller ibicenco Miquel Vericad.

Sin tiros.
Cuando el Govern balear justificó aquel polémico método para preservar la biodiversidad a base de tiros de rifle, dijo que se trataba de una solución para evitar que los animales acabasen con las plantas endémicas de es Vedrá. Además, el conseller Llorenç Vidal no entendía tanta polémica en Ibiza cuando en la Serra de Tramuntana de Mallorca se utilizaba el mismo sistema y nadie protestaba. Imaginamos que, después de las protestas de los animalistas y de muchos ciudadanos anónimos, Vidal llegó a la conclusión de que el exterminio de Mallorca es una fórmula que no podía utilizarse en Ibiza. Y que el hecho de que no hubiese protestas en Mallorca no justifica que la acción en Ibiza fuese un error político monumental, además de demostrar una falta de sensibilidad hacia los animales total y absoluta.

Una propuesta lógica y viable.
Ahora la Universitat Autónoma de Barcelona ha hecho una propuesta sobre cómo eliminar las cabras de es Vedrá. Porque la opinión pública nunca cuestionó que las cabras tuviesen que abandonar el islote, pero sí se criticó, y con dureza, que el método utilizado era una total aberración. Pues bien, ahora el Consell d’Eivissa con buen criterio propone sacar a los animales vivos. Se puede hacer, el coste es asumible y ahora solo falta que el Govern balear cumpla con su palabra y asuma la propuesta que se le hace desde Ibiza. No hacerlo sería inaceptable y repetir el error de 2016, una barbaridad.