Detrás del discurso triunfalista y autocomplaciente de la consellera de Sanidad del Govern de les Illes Balears, hay una realidad inapelable que demuestran los datos oficiales de su propio departamento. Datos que no cabe ignorar ni camuflar con otras cifras de otros problemas que sí han mejorado e incluso han sido resueltos. Las listas de espera para someterse a una intervención quirúrgica en el hospital de Can Misses no solo no se han reducido en estos años, sino que han empeorado considerablemente, ofreciendo en la actualidad la situación más negativa de toda la red hospitalaria pública balear. Más de 2.400 pacientes de Ibiza están esperando ser operados, lo que supone un 30 por ciento más que hace un año.

Empeoramiento progresivo.
La pésima situación que demuestran estos datos son extrapolables a las consultas externas para una primera visita con un especialista. Esta lista de espera también sufre un notable incremento. 5.748 pacientes están a la espera, de los que 965 llevan más de 60 días. Hace un año eran 372 los usuarios que se encontraban en tan desesperante situación. Las especialidades médicas que acumulan más demora son Otorrinolaringología y Traumatología en cuanto a la actividad quirúrgica. La falta de personal es acuciante y las dificultades para atraer profesionales dispuestos a trabajar en Ibiza son ya conocidas y difíciles de superar si no se toman medidas como las que vienen reclamando los sindicatos.

Medidas urgentes.
Es preciso que el próximo Govern que surja de las urnas se tome este problema en serio y se deje de palabrería y de echar balones fuera hablando de recortes de hace cuatro años. La sanidad pública de las Pitiusas atraviesa una situación desastrosa que no logra superar, por más que los profesiones y los gestores del Área de Salud de Ibiza y Formentera hacen todo lo que pueden. No es suficiente. Y las consecuencias las sufren los pacientes. Inadmisible.