Agentes especializados en investigación de incendios de la Jefatura Superior de Policía de Balears llegan hoy a Ibiza para reforzar las pesquisas sobre las causas que originaron el virulento incendio declarado el lunes en el edificio okupado del barrio de es Viver de la ciudad de Ibiza. No se descarta ninguna hipótesis, pero la rapidez con que las llamas se propagaron podría indicar que el origen del siniestro hubiese sido intencionado. Es pronto aún para establecer conclusiones y deben ser los expertos quienes determinen lo que sucedió, tras una investigación detallada y minuciosa por parte de la Policía Judicial.

Okupas con trabajo estable.
Sin embargo, el dato que facilitó ayer la Concejalía de Benestar Social de que un total de 27 personas de las que ‘okupaban’ la estructura a medio construir del edificio de es Viver, tienen contrato de trabajo y cierta estabilidad laboral, significa que teniendo un puesto de trabajo, no tenían posibilidad de acceder a una vivienda en condiciones. La carestía de la vivienda en Ibiza hace que en demasiadas ocasiones sea imposible encontrar una solución habitacional, pues al desmesurado alquiler que se pide, hay que sumar a menudo fianzas y garantías de imposible aportación por trabajadores que no disponen de elevadas sumas de dinero.

El problema más grave.
Esto pone de manifiesto la urgencia de una política real de vivienda para evitar que se repitan sucesos de estas características, ya que las viviendas okupadas no reúnen las condiciones necesarias para vivir. Es preciso que tanto los partidos políticos como los agentes sociales asuman su responsabilidad en este problema enorme que aboca a la sociedad ibicenca a un callejón sin salida porque sin trabajadores, no hay posibilidad de llevar a cabo ninguna actividad económica. El acceso a la vivienda es ya el principal problema que atenaza a las Pitiusas y debería ser motivo para alcanzar un gran pacto político y social para abordarlo urgentemente, garantizando el acceso a una vivienda digna. Y en los últimos cuatro años no se ha hecho apenas nada, por lo que el problema se ha agravado hasta límites intolerables.