El Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la agencia de calificación de riesgos Moody’s advierten que la escalada en los precios de la vivienda está originando la repetición de las prácticas más peligrosas previas a la gran crisis de 2007 y, al mismo tiempo, el riesgo de una nueva burbuja inmobiliaria que se otea en el horizonte inmediato. El ritmo de crecimiento de los precios para adquirir una vivienda en España durante los primeros meses de este año ha sido el mayor desde el 2007. En este contexto debemos situar que Balears lidera el ranking de las autonomías donde el precio de la vivienda de nueva construcción ha experimentado el mayor incremento. El peligro de otro hundimiento de los precios inmobiliarios, que fue el origen de la gran recesión registrada hace doce años, está motivando la emisión de mensajes de preocupación y de alerta a cargo de las autoridades financieras internacionales, que reclaman la adopción de medidas preventivas.

Exigencias de los países europeos.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, recomienda a los gobiernos que apliquen disposiciones macroprudenciales para evitar nuevas crisis inmobiliarias, con alusión a las exigencias aprobadas por Francia y Alemania. Ambos países requieren a la banca partidas de contingencia financiera durante las etapas de crecimiento para ser utilizadas en caso de recesión. Con el objetivo de dar respuesta a futuras vulnerabilidades del sector inmobiliario, otros doce gobiernos europeos ya han adoptado medidas similares.

Evitar errores del pasado.
En España, donde las autoridades creen que no existe riesgo de burbuja inmobiliaria, no se ha tomado aún ninguna decisión. El sentido común y la prudencia aconsejan prevenir antes de curar porque, como señala el Colegio de Registradores, vuelven a construirse en España más viviendas de las que se venden, lo que no sucedía desde el 2008. Es preciso actuar y aumentar la vigilancia para no volver a caer en los errores del pasado.