A la espera de los últimos datos de ocupación hotelera referentes al primer mes de temporada alta, los resultados de la encuesta de llegada de turistas y el gasto en sus vacaciones en las Pitiusas vislumbran que el inicio de la temporada ha sido, como mínimo, atípico e incluso un poco más flojo que el año pasado en Ibiza y Formentera. Según la encuesta de afluencia turística Frontur, que elabora el Gobierno y que en Balears difunde el Ibestat, en el primer semestre del año llegaron a Ibiza y Formentera 1.172.199 visitantes, lo que representa un descenso del 1,8% en comparación con el mismo periodo del año pasado. En cuanto al gasto turístico, en los primeros seis meses del año la cifra ascendió a 967,72 millones de euros, un 2,4% menos que hace un año. Los datos no serían del todo preocupantes si no fuera porque el resto de Balears sí que mejora respecto al año pasado. En este sentido, Mallorca recibió en el primer semestre algo más de cinco millones de turistas, un 2,6% más que en 2018, mientras que la cifra en Menorca aumentó un 2,9% hasta los 488.720 viajeros. En cuanto al gasto turístico, en la mayor de Balears creció un 3,8% respecto a 2018, mientras que en Menorca únicamente descendió un 1,9%.

Temporada alta.
Tras un arranque de temporada parecido al del año pasado, queda por ver qué resultados habrá en los meses centrales del verano. En julio del año pasado las Pitiusas alcanzaron el 89,1% de ocupación hotelera, un 2,6% menos que en 2017. En agosto, se alcanzó el 93% de ocupación, una caída del 1,5% respecto a 2017. Las esperanzas están puestas en mantenerse igual que en 2018, aunque existe la posibilidad de que continúe la tendencia a la baja.

Análisis y reacción.
Las principales patronales turísticas pitiusas, así como las administraciones, deben empezar a analizar qué está pasando para así minimizar de cara al futuro las consecuencias de seguir cayendo. Ibiza y Formentera no son ajenas al contexto internacional y balear de desacelaración económica, pero deben saber reinventarse para evitar caer en recesión. En la última crisis económica supieron mantenerse a flote e, incluso, despuntar respecto a otros puntos del país y de Europa y en su mano está volver a hacerlo.