El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet, planteó en una reunión mantenida el martes al conseller insular de Territori, Mariano Juan, la necesidad de «ampliar y modernizar» la carretera que une su municipio con el de Sant Antoni, ya que es la más antigua de la isla. Además, el veterano político socialista sostuvo que dado el volumen de tráfico que soporta, necesita una ampliación y la mejora del trazado para dotarla de mayor seguridad. Se trata de una petición digna de analizar y ser tenida en cuenta, pues los argumentos con los que el primer edil josepí sostiene su solicitud son ciertos. La vieja carretera que une Portmany con Sant Josep tiene un trazado sinuoso, carece de arcenes y es objetivamente peligrosa.

Solicitud novedosa.
Sin embargo, llama la atención que no siendo esta una necesidad sobrevenida, no se recuerda que nunca antes el consistorio que preside Agustinet haya planteado la conveniencia de actuar en esa vía para mejorar la seguridad vial. Ni siquiera cuando el Consell d’Eivissa, la Administración titular de la carretera, estaba gobernado por su partido, el PSOE, y por Podem-Guanyem. Y la responsable del departamento de Territori era Pepa Marí, precisamente de Sant Josep. Lo plantea ahora, que gobiernan PP y Cs, para que actúen en un asunto tan espinoso como es ampliar una carretera.

Asunto espinoso.
Las carreteras de Ibiza necesitan actuaciones intensas para adecuarlas al volumen de tráfico que soportan y para mejorar la seguridad vial. Pero ampliar una carretera actuando sobre el trazado, que parece ser lo que propone Agustinet, son palabras mayores que requieren de proyectos de larga tramitación y cuantiosa dotación presupuestaria. Y la experiencia dice que suele haber debate social y polémica cuando se trata de reformar una carretera. Así pues conviene primeramente que el Ajuntament de Sant Josep, en manos de PSOE y Podemos, concrete su propuesta y que expliquen lo que a su juicio, debe de hacerse.