Que la escoleta de Can Nebot abra sus puertas nueve años después de haber terminado las obras es la clara muestra de cuál es el estado de la educación en Ibiza. Hay pocos avances en infraestructuras y hasta la escoleta inaugurada por la presidenta Armengol abrirá sus puertas con deficiencias. Si a ello sumamos que el curso comenzará con más barracones y que el nuevo colegio de Santa Eulària está bloqueado por un informe de declaración de impacto ambiental que exige el Govern, no parece que haya motivos para la euforia por muchas fotografías que puedan hacerse los representantes del Govern, responsables, recordemos, de las competencias educativas.

Nueve años después.
Hay que felicitarse de que, por fin, la escoleta de Can Nebot, en el municipio de Sant Josep, pueda atender a casi medio centenar de niños. Sin duda es una buena noticia para las familias del municipio josepí, pero es un pobre balance para Ibiza. De un Govern que presume de priorizar las políticas educativas se espera mucho más y lamentablemente los avances en Ibiza han sido muy escasos en estos últimos cuatro años. Que Podemos se atribuya el éxito de la apertura de este nuevo centro no merece ni siquiera un comentario, pero recordemos que la formación podemita gobernó cuatro años en Ibiza y tampoco consiguió abrirla.

Agilidad en la tramitación.
Si la apertura de la escoleta de Can Nebot es la buena noticia de este curso escolar, es sorprendente que el nuevo colegio de Santa Eulária esté pendiente de un informe de la Comisión Balear de Medio Ambiente. Quizás en este departamento no acaben de comprender la urgencia de tramitar este informe y por ello utilicen la vía lenta. En lugar de venir a hacerse fotografías a Can Nebot, Armengol y March deberían trabajar para que el nuevo colegio de Santa Eulària no esté pendiente de un simple informe. Pero lo que está muy claro, un año más, es que las inversiones educativas en Ibiza están muy lejos de las necesidades que exigen los ciudadanos.