El PP ha anunciado que presentará en los próximos días una propuesta para que la Oficina Anticorrupción de Balears investigue los gastos de la exvicepresidenta Marta Díaz en la pasada legislatura, con el objetivo de que no se pierda ni un solo euro público. Los populares plantean que sea la oficina que dirige Jaume Far la que determine si Marta Díaz fue escrupulosa o no en el uso del dinero público. Sería el primer caso relevante que investigaría la Oficina Anticorrupción desde su nacimiento a propuesta de Podemos. Pese a estar dirigida por el alto cargo mejor pagado de Balears, se desconoce el resultado de sus investigaciones, si es que ha hecho alguna, cosa que cabe dudar.

Oficina innecesaria.
A menudo la Oficina Anticorrupción ha sido calificada de innecesaria, porque los partidos que impulsaron su creación (PSIB, Més y Podemos) pretendieron descaradamente que sirviera para investigar la gestión de los gobiernos del PP. Para lavar esta imagen de nula independencia, sería bueno que investigue si Marta Díaz ha hecho un buen uso del dinero público mientras fue vicepresidenta del Consell entre 2015 y 2019. Pero ha de recordarse que la citada oficina no investiga delitos, sino irregularidades que no alcanzan esa gravedad en ningún caso. Además, los funcionarios del Consell d’Eivissa están más que capacitados para realizar esta función.

Decepcionante.
La Oficina Anticorrupción no ha demostrado la más mínima utilidad hasta la fecha. Su tarea es desconocida y carente de utilidad pública. Decepcionante. Sin embargo ahora tiene una oportunidad que no debiera dejar pasar para demostrar que es un instrumento eficaz para el control de la gestión de los gobernantes. Su deber es arrojar luz sobre un caso que ya ha supuesto la ruptura del PSOE ibicenco. Y quién sabe si pueda ir a más.