Los partidos que forman parte del Govern protagonizaron ayer un episodio que demuestra la gran improvisación que existe en torno a la ecotasa. Por la mañana, la portavoz socialista en el Parlament, Silvia Cano, decía que el Ejecutivo buscaría otras fórmulas a la devolución del impuesto anunciada la semana pasada. Más tarde, el conseller de Turisme, Iago Negueruela, mantenía su idea de perdonar tres millones a los hoteleros afectados por la quiebra de Thomas Cook. Desde Més per Mallorca y Més per Menorca insistían en que no apoyarían esta medida.

Dudas legales.
Parece cada vez más claro que el Govern se sacó de la chistera desde la improvisación su propuesta de perdonar el dinero de la ecotasa a los hoteleros afectados por la bancarrota del turoperador británico por los meses de julio, agosto y septiembre. Pero había un problema: la Ley que regula el impuesto no prevé este trámite y Més per Mallorca se opuso frontalmente desde el primer minuto. Si se tiene que llevar la reforma de la Ley al Parlament para permitir este retorno del dinero, el PSOE no tendrá el apoyo de sus principales socios. Pero no bastó el vodevil de este fin de semana entre PSOE y Més y este miércoles hasta la portavoz socialista añadió más confusión a la polémica.

Medidas serias.
No parece descabellada la propuesta del Govern de perdonar la ecotasa a los hoteleros. Mejor dicho, devolver el dinero que los empresarios no han podido cobrar a los turistas que han llegado de vacaciones con Thomas Cook por la quiebra del mayorista. Muchas más dudas genera que los hoteleros se queden con el dinero que no han adelantado ellos, sino que han pagado directamente los turistas. Pero hecha esta salvedad, cualquier decisión queda desvirtuada con el espectáculo que han decidido montar los partidos de izquierdas. Si la ecotasa ya tenía la oposición de una parte de la sociedad, sobre todo los empresarios, esta polémica ha puesto muy en evidencia la incapacidad del Govern para estar a la altura de los graves problemas que se producen en esta Comunitat. Con el viento a favor siempre es mucho más fácil gobernar.