La lista de espera para acceder a una residencia geriátrica en Balears suma hoy 1.966 solicitudes. Esta elevada demanda insatisfecha evidencia que el número de plazas para personas mayores en las Islas es claramente insuficiente, con el agravante de que sólo pueden ser atendidas las peticiones cuando se registra una baja. Quienes aguardan para entrar en una instalación geriátrica desconocen cuándo verán atendida su situación personal, que exige los cuidados y atenciones que se prestan en estos centros especializados. Afectados y sus familiares viven con dificultades y angustia unos retrasos que interpelan a quienes, desde las instituciones de Balears, gestionan los recursos para la tercera edad. El envejecimiento de la población y la desaparición de núcleos familiares que antes garantizaban la atención a sus mayores constituye un problema social que se acentúa.

Evaluación de la dependencia.
Estos últimos cuatro años se ha registrado en el archipiélago un aumento del 55 por ciento en las peticiones para evaluar el grado de dependencia que, una vez tramitado, determinará las prestaciones que se asignan a cada caso. A un ritmo de 50 solicitudes diarias y, una vez incorporado el grado 1, aumenta el número de personas susceptibles de ser beneficiarias de las ayudas que gestiona la Conselleria de Afers Socials con la participación de los consells insulars.

Paliar el déficit de plazas geriátricas.
Con estas prestaciones -que incluyen la teleasistencia y en algunos casos, la ayuda a domicilio- el Govern pretende paliar el histórico déficit de plazas geriátricas, tanto las de carácter residencial como en los centros de día. Pero la demanda sigue aumentando. Afers Socials plantea un cambio de modelo para que los mayores permanezcan más tiempo en sus domicilios, lo que exige familiares que los atiendan. El problema se acentúa en quienes sufren patologías degenerativas, que necesitan una atención continuada. Es preciso actuar rápido y destinar más medios.