El temporal de lluvia y viento que se registró el martes en las Pitiusas provocó graves daños materiales, además de tres trabajadores heridos, carreteras cortadas y el polideportivo de Can Coix con la cubierta destrozada. La magnitud del temporal se puede resumir en una frase que ha recogido este medio. «Parecía un escenario de guerra», han asegurado testigos de lo ocurrido.

Situación de emergencia.
Acierta el Consell d’Eivissa al pedir la declaración de emergencia al Govern balear, lo que permitirá agilizar los trámites de adjudicación de las obras que sean necesarias. Es especialmente necesario actuar de forma urgente en el polideportivo de Can Coix para evitar que centenares de deportistas federados y aficionados se vean afectados por la reforma de la cubierta y de las otras partes dañadas por el tornado.

El precedente de Menorca.
El Consell Insular de Menorca y el Govern balear habilitaron durante el año pasado tres líneas de ayudas diferentes con la finalidad de minimizar las pérdidas a las empresas afectadas, las explotaciones agrarias y las familias por los daños del tornado que azotó la isla el 28 de octubre de 2018. El precedente de la colaboración institucional marca el camino a seguir para reducir en la medida de lo posible los efectos de la DANA.

Riesgo de incendio.
Tanto la declaración de emergencia como la habilitación de líneas de ayuda han de tramitarse de forma paralela a los trabajos de retirada de los 100.000 árboles que se han visto afectados por el tornado, según la estimación difundida ayer. Esta ingente masa forestal constituye una bomba de relojería, ya que el número de árboles caídos incrementa de forma notable el riesgo de incendio, especialmente en verano. La magnitud de las cifras conocidas obliga al Ibanat a poner en marcha de forma inmediata un plan de choque para minimizar riesgos.