La baja de militante de la Federació Socialista d’Eivissa (FSE) de Xico Tarrés, hasta mayo de 2019 diputado autonómico y antes, secretario general de los socialistas ibicencos, presidente del Consell d’Eivissa y alcalde de Vila, supone la constatación de que la crisis que se inició con el caso Marta Díaz no está en absoluto cerrada. Días antes del congreso extraordinario que proclamó a Josep Marí Ribas Agustinet secretario general el pasado sábado, renunciaron el secretario general de la agrupación local de Santa Eulària, José Luis Pardo, y su secretaria de organización, Mari Quintero, quien también es la esposa del anterior secretario general y actual portavoz del Grupo Socialista en el Consell d’Eivissa, Vicent Torres.

Un mal inicio.
Torres presentó su dimisión como secretario general después de que su partido planteara la expulsión de su mano derecha, Marta Díaz, actualmente consellera no adscrita, por no haber justificado gastos abonados con la tarjeta de la institución al entender que era una desautorización a su liderazgo. Torres decidió mantener el cargo de portavoz en el Consell, remunerado con 50.000 euros al año, lo que en absoluto se puede interpretar como un apoyo a la nueva dirección, como demuestra que ni tan siquiera asistiera al congreso que eligió a su sucesor como espectador, ya que antes también había renunciado a participar como compromisario. Todos estos hechos han de enmarcarse dentro del cisma que vive la Federació Socialista d’Eivissa, cuya magnitud y desenlace es a día de hoy una incógnita.

Una herida sin cerrar.
Que un referente para el socialismo ibicenco como Xico Tarrés haya decidido abandonar el partido es un duro golpe al partido. El mandato de Agustinet nace más debilitado de lo que le gustaría, a pesar del apoyo cerrado de los socialistas de Vila de Rafael Ruiz y de la secretaria general del PSIB y presidenta del Govern, Francina Armengol. Tiene tiempo por delante el nuevo secretario general para cerrar la herida, pero si continúa el goteo de bajas y renuncias, su liderazgo estará en entredicho.