La unidad mostrada en la reunión celebrada ayer en la sede del Consell d’Eivissa entre el gobierno de la institución, el Govern balear, los ayuntamientos, la patronal y los sindicatos, continuidad de las que ha habido en Palma, es una demostración más de que todos los partidos políticos y los agentes sociales están trabajando juntos para afrontar la crisis del coronavirus. Este es el mejor camino para tranquilizar a la población y para abordar las medidas que indudablemente deberán ser aplicadas para contrarrestar los efectos económicos de una enfermedad, que ayer recibió la calificación de pandemia global por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Garantizar la conectividad aérea.
Alargar la temporada al mes de noviembre es un objetivo muy interesante y, sin duda, ayudaría a recuperar el volumen de negocio que se perderá como mínimo durante los meses de abril y mayo. No obstante, no puede ser tomada en consideración como una opción real hasta conocer la predisposición de las compañías aéreas. De momento, es una buena noticia que no se haya perdido conectividad para el inicio de la temporada, uno de los objetivos y de las preocupaciones del Consell d’Eivissa, lo que garantiza que los turistas que lo deseen podrán volar hasta es Codolar cuando haya remitido el riesgo de contagio y, con ello, la psicosis global actual. El sector turístico ibicenco está resistiendo mejor que otros destinos, a tenor de que no se han anunciado retrasos en las aperturas ni otras medidas drásticas. El presidente del Consell, Vicent Marí, desveló, no obstante, que hay casos con un 50 % menos de reservas que en años anteriores.

Confianza en la fortaleza de la marca.
El sector confía en que el mantenimiento de la conectividad aérea y la fortaleza de la marca permitirán recuperar el tiempo perdido cuando se levanten las medidas y amaine el temporal. Existe el convencimiento de que aún faltan algunas semanas para que la crisis remita, pero que lo hará antes de la temporada alta. En el mejor de los casos, será necesario redoblar los esfuerzos en promoción turística para minimizar unos daños que ahora son inevitables.