El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, detalló anoche –tras un Consejo de Ministros extraordinario por su convocatoria y duración– las medidas que se aplicarán con motivo de la declaración del estado de alarma. El contenido del decreto confirma la determinación de establecer una estrategia única en todo el país para frenar la expansión del coronavirus, razón por la que se asume la dirección de toda la estrategia que hasta ahora venían desarrollando las diferentes comunidades. Este es, precisamente, uno de los ejes que Sánchez ha enfatizado, y de manera reiterada, en su mensaje a la Nación.

Menos desplazamientos.
El decreto del estado de alarma introduce importantes medidas restrictivas sobre la capacidad de movimiento de los ciudadanos, que en el caso de Balears tiene una incidencia muy especial con la reducción al 50 por ciento del tráfico aéreo; siempre, además, con una justificación de los desplazamientos. El tráfico marítimo, aunque el presidente no lo detalló, también se verá afectado en este paquete de protocolos que tienen por objeto limitar la movilidad de los ciudadanos para bajar la curva de afectados. El acceso a los servicios básicos, puestos de trabajo y abastecimiento queda, en todo momento, garantizado.

Liderazgo del Gobierno.
El presidente del Gobierno dejó claro que asumía el liderazgo de la lucha contra la COVID-19 junto con los ministros de Defensa, Interior, Transportes y Sanidad; un gabinete de crisis que asumía todas las competencias y capacidades de intervención. Por encima de las comunidades autónomas, aspecto en el que no escatimó justificaciones con una clara intencionalidad política. En todo caso, lo esencial de la alocución presidencial es la determinación de que sólo con la unidad, en especial de los ciudadanos, será posible superar esta crisis sanitaria y sus inevitables consecuencias económicas.