Ibiza ha registrado tres nuevos casos de coronavirus respecto al domingo y eleva el número de infectados en 34, de los cuales seis de ellos están la UCI del hospital Can Misses. Las noticias que van llegando sobre el efecto de este virus son cada vez más dramáticas. Ayer, miembros del Ejército encontraron abandonados a ancianos en sus camas, ya muertos. La lista de víctimas por el coronavirus supera ya los 2.100 y hay más de 33.000 infectados, un número que previsiblemente aumentará en las próximas horas de manera exponencial. La situación, por lo tanto, es de extrema gravedad.

Debate político.
Mientras cada día aumenta la lista de personas fallecidas las instituciones siguen ofreciendo un espectáculo lamentable. Las diferencias entre el Gobierno central y algunas autonomías siguen aflorando en estos días, con distintos criterios sobre la compra de material sanitario o cómo afrontar la cuarentena. Murcia ya ha pedido el cierre de su autonomía y paralizar por completo la actividad económica. Madrid ha pedido a Sánchez que no bloquee la compra de mascarillas. La unidad política y de acción ha resultado imposible.

Primero, la sanidad.
El panorama que se dibuja para los próximos días y meses a nivel económico es dramático, sin duda, pero ahora mismo lo único que deberíamos pensar es en frenar en seco el número de víctimas mortales, controlar la virulencia de una enfermedad desconocida y que está provocando una situación que nadie se hubiese imaginado ni en la peor de sus pesadillas. Por ello hay que prepararse para lo peor durante las dos próximas semanas, como dicen los expertos, y cumplir a rajatabla la cuarentena. Si los ciudadanos no son disciplinados el virus seguirá campando a sus anchas y no se frenará el número de intoxicados. Ahora es momento para ser responsables y mirar cómo actuó China, que ya ha salido de la crisis. Después ya llegará el momento para pedir cuentas a los responsables políticos de este desastre que estamos viviendo y cómo es posible que no se anticiparan al problema. Resulta incomprensible.