El presidente del Consell d’Eivissa aprovechó la comparecencia de ayer ante los medios de comunicación no solo para informar del paquete de medidas, valorado en cuatro millones de euros, que pondrá en marcha de forma inmediata para los colectivos más desfavorecidos, y para reclamar una implicación específica para las islas al Gobierno de Pedro Sánchez. También preparó a los ibicencos para el peor escenario económico posible: un verano sin turistas.

Sin medidas tintas.
En la entrevista concedida a Televisió d’Eivissa i Formentera (TEF) hace algunas semanas, utilizó el término «economía de guerra». Ayer, se refirió al camino que nos falta por recorrer como una «travesía en el desierto» con «consecuencias desastrosas» en un «escenario muy complejo» y «muy difícil». Todo ello referido exclusivamente a la situación en la que quedará la economía ibicenca. La gran dependencia de los mercados exteriores, menos castigados por la crisis financiera que se inició en 2008, mitigó los efectos de la gran depresión en Ibiza. Ahora, sin embargo, el monocultivo turístico es el talón de Aquiles de la economía insular en la medida que no ofrece alternativas a corto plazo, si no hay «aviones ni barcos».

Medidas excepcionales del Gobierno.
Desde este punto de vista, está más que justificada la petición que realizó ayer el presidente de la institución al presidente del Gobierno. Es lógico que el Estado contemple la especificidad de los territorios insulares que, en mayor o menor medida, no cuentan con actividades económicas relevantes que puedan compensar, ni que sea mínimamente, un verano sin temporada turística. A pesar de que hay decenas de proyectos en todo el mundo trabajando en la obtención de un medicamento y otros tantos, en una vacuna, fiar exclusivamente a alguna de ambas soluciones la solución una temporada que, en circunstancias normales ya estaría dando los primeros pasos, no parece una apuesta razonable. Los presidentes autonómicos de Baleares y Canarias deben articular, pues, un frente común y anteponer los intereses de sus ciudadanos a los del Partido Socialista y remar para que llegue el paquete de medidas que necesitan las islas.