Tanto el Govern, por medio del conseller de Model Econòmic, Treball i Turisme, Iago Negueruela, como el director técnico de la Fundació Impulsa, Antoni Riera, dieron a conocer ayer sus respectivas proyecciones económicas para Balears como consecuencia del impacto de la pandemia de la COVID-19. Ambos trabajos auguran un futuro de nefastas consecuencias, tanto por lo que se refiere al impacto sobre el PIB balear –que podría llegar a caer más del 30 por ciento– y al mercado laboral, con una cifra de desempleados que se contará por centenares de miles. El escenario global es, sin paliativos, demoledor en la práctica totalidad de sectores y en especial sobre el turismo; en el mejor de los escanerios sólo se le atribuye una recuperación del 25 por ciento respecto a la temporada del pasado año.
Editorial
Amortiguar el descalabro económico que se avecina
14/04/20 4:01
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