La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha remitido una carta a la presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen, en la que le reclama «respuestas y planes singulares» para la recuperación económica de Balears. La misiva describe los severos impactos negativos que tendrá para las Islas la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19, que según los primeros estudios podría suponer una caída del 30 por ciento del Producto Interior Bruto. La dependencia del turismo, en esta ocasión, sitúa nuestra región en la cola del proceso de recuperación; circunstancia de gravísimas consecuencias sociales para la Comunitat.

Una estrategia clara.

La carta de Armengol a Von der Leyen refleja que en el Consolat de la Mar ya se está trabajando, el tiempo dirá si con éxito, en una estrategia de recuperación diferenciada; se trata de atender unas especificidades que en el caso balear son vitales. El monocultivo turístico, que en otras ocasiones permitió superar o mitigar pasados períodos de recesión, es ahora un lastre que es preciso aliviar y que, en buena medida, la Unión Europea tiene en sus manos. El consejero delegado y vicepresidente ejecutivo de la cadena Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, apunta sin ambajes en la misma dirección: el pasaporte sanitario europeo.

Balears, un destino seguro.

La recuperación de la actividad en el principal motor económico de Balears pasa, indefectiblemente, por ofrecer la garantía ante los mercados emisores de que somos un destino seguro desde el punto de vista sanitario. La pandemia de la COVID-19 está dejando, y dejará, un poso de prevención ante los desplazamientos al extranjero que es preciso vencer cuanto antes. En esta línea, la misiva de la presidenta Armengol supone un importante paso hacia adelante que precisará del apoyo del sector turístico balear, pero también del Gobierno central; el verdadero interlocutor ante la UE.