El Gobierno de Pedro Sánchez sigue gestionando a trompicones, y desde la improvisación, la doble emergencia –sanitaria y económica– que desde marzo afecta a toda España. En un escenario de extrema gravedad, resultado del confinamiento y las restricciones para impedir la propagación del coronavirus, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, insistió ayer en que la partida de 14.000 millones para hacer frente a la pandemia destinada a las autonomías se trata de un «mecanismo absolutamente extraordinario». Pero Balears, junto con Andalucía, Catalunya, Castilla y León, Galicia, Madrid, Murcia, y la Comunidad Valenciana replicaron a Ábalos y alegaron que no se trata de un fondo nuevo, porque 5.500 millones corresponden a la liquidación de 2018 y el resto, entregas a cuenta ya previstas en el modelo de financiación.

Mecanismos excepcionales
La presidenta del Govern, Francina Armengol, calificó de «insuficiente» esta aportación del Estado, de la que aún se desconoce la cuantía exacta que corresponde a Balears. Lo cierto es que el Gobierno no puede vender como extraordinario lo que son los anticipos a cuenta y ante el impacto de la pandemia, cuyo control y medidas de contención exigen un enorme esfuerzo a las consejerías de Sanidad de las autonomía, debe establecer y dotar mecanismos excepcionales para inyectar nuevos recursos a las comunidades autónomas, que, en Balears, ya sufren la paralización de la economía local y las negativas perspectivas para este año.

Medidas que necesita Balears
Armengol reclama fondos extraordinarios al Gobierno de España y a la Unión Europea. Es el momento de exigir a Pedro Sánchez que no demore más el desarrollo y ejecución de las medidas contenidas en el nuevo Régimen Especial de Balears aprobado en febrero de 2019. Cuando ha transcurrido más de un año sigue sin aplicarse. Hoy es mucho más necesario para afrontar la emergencia económica de la COVID-19.