La presidenta del Govern, Francina Armengol, propuso ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la celebración de una conferencia de presidentes para definir y concretar las medidas del plan de rescate del sector turístico, una cuestión prioritaria para las Islas por el enorme peso del sector servicios en el conjunto de la economía balear. Según informó Armengol, la petición ha sido aceptada por lo que ahora debe fijarse la fecha para este encuentro, justificado por la aplicación del desconfinamiento. Las comunidades turísticas, y Balears es región líder en España, han de saber a qué atenerse, qué medidas deben aplicarse así como las restricciones en vigor y las que se irán levantando para que la actividad turística se pueda reanudar con seguridad en un entorno marcado por la Covid-19.

Protocolos homogéneos y coherentes.
Persisten aún muchas incógnitas sobre los viajes, tanto en el ámbito nacional como para los países que integran el espacio Schengen. La reactivación de la actividad turística implica la preparación de los alojamientos así como los servicios relacionados y la oferta complementaria, que incluye bares y restaurantes, taxis y autobuses, discotecas, coches de alquiler, empresas náuticas, excursiones, así como el turismo activo y de naturaleza. Para la reapertura y la contratación del personal deben definirse protocolos homogéneos y criterios coherentes.

Sin prisas ni improvisaciones.
«Hemos perdido ya marzo, abril y mayo, y junio también», afirmó Armengol. La reactivación no puede ser fruto de las prisas ni de la improvisación. El estado de alarma sigue en vigor y el coronavirus constituye una amenaza viva que exige precauciones por el riesgo de su rápida transmisión. En la última quincena de junio, según las previsiones del Govern, se podrán retomar los vuelos nacionales y a principios de julio entraremos definitivamente en la ‘nueva normalidad’. Pero la actividad turística se desarrollará con otros parámetros y cautelas.