El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer, por sorpresa, que adelanta al próximo lunes la apertura de las fronteras en el espacio Schengen, excepto la de Portugal. Esta medida permitirá, pues, la libre llegada de españoles, italianos, holandeses y franceses entre otros, a Ibiza y Formentera, turistas que no deberán guardar cuarentena alguna. El mercado británico deberá esperar al mes de julio, cuando se irán abriendo, de forma escalonada, las fronteras con terceros países seguros, incluidos en una relación que ha sido consensuada con los estados miembros de la UE. La medida contradice las reticencias del ministro de Sanidad, Salvador Illa, a la hora de aprobar el plan piloto que empieza hoy. Los efectos del adelanto, en cualquier caso, se espera que sean escasos en Ibiza y Formentera por el escaso tiempo que tendrá el sector para comercializar vuelos y paquetes vacacionales, lo que, no obsta, para que sea una medida bienvenida y el mejor indicador de que estamos pasando página a la crisis del Covid-19.

Sin plan piloto en Ibiza y Formentera.
La reapertura de las fronteras a partir del 21 de junio reduce a una semana el efecto del plan piloto que tanta expectación ha generado en los últimos días. En el caso de Ibiza, salvo sorpresa, solo aterrizará un avión dentro de este plan piloto, no se abrirá ningún establecimiento y no se comercializará paquete turístico algo; en consecuencia no habrá prueba piloto alguna.

Sin PCR ni test rápidos.
El plan piloto se ha demostrado una filfa, ya que en realidad se trata de una apertura anticipada y parcial del turismo para Baleares con notables efectos publicitarios. La apertura total de las fronteras dentro de la UE cierra el debate sobre los corredores seguros, los análisis PCR y los test rápidos. Los turistas llegarán con total libertad a Ibiza y Formentera, salvo las restricciones en el transporte colectivo, un cuestionario y el control de temperatura.