Cerca de 200.000 personas de la comarca leridana del Segrià –38 municipios– quedaron, desde ayer a mediodía, confinadas por orden de la Generalitat catalana. La decisión es la primera que se produce en España tras el fin del estado de alarma y confirma las advertencias de que el coronavirus sigue siendo un peligro sanitario. La proliferación de nuevos casos, con una progresión casi geométrica en las últimas semanas, han desencadenado la adopción de las medidas más severas para contener la expansión del virus, las cuales podrían prolongarse durante dos semanas. Las razones deben ser, ahora, objeto de estudio para poder prevenir situaciones similares en otras zonas del país.

Muchos contagios en Cataluña.
Cataluña, junto con Madrid, ha sido una de las comunidades en las que la tasa de contagios del COVID-19 ha sido más altas; circunstancia que también ha repercutido en la cifra de fallecidos. El final del estado de alarma, con lo que supone de libertad de movimientos de la población, ha reactivado el impacto de la pandemia. Las autoridades sanitarias catalanas están tratando de averiguar las razones de la proliferación de rebrotes, aunque se especula con la posibilidad de la influencia que ha tenido la llegada de un gran número de temporeros llegados a la zona para la recogida de la fruta.

Aprender de la experiencia.
No resulta difícil imaginar el impacto catastrófico que tendría para Ibiza y Formentera tener que adoptar una medida similar a la de Lleida. El riesgo existe y crece en la misma medida que no se respetan las normas básicas de control para evitar la expansión del virus, circunstancia que obliga a redoblar los esfuerzos de cribaje en los aeropuertos y puertos de las Islas, ahora que se han abierto las fronteras. Tampoco puede obviarse el comportamiento de los residentes, las aglomeraciones de las últimas semanas son una prueba de que la tarea de concienciación ciudadana tampoco se puede dar por concluida. Todos, ciudadanos y administraciones, debemos hacer un esfuerzo para evitar que brotes como el de Sant Joan se repitan.