El Govern anuncia el inicio del procedimiento para la elaboración de los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma para el próximo año. Los dos objetivos del Ejecutivo formado por PSIB-PSOE, Unidas Podemos y Més per Mallorca consisten en «reforzar las políticas de bienestar social» y «priorizar los procesos y proyectos que mejor contribuyan a la efectiva reactivación social y económica». La redacción de las cuentas del Govern Armengol para el 2021 se afronta en un escenario de enorme dificultad, incertidumbre y demasiados interrogantes. El mismo Govern alude a un «contexto de impacto presupuestario» por los efectos de la pandemia y se propone obtener mayor financiación a través de fondos europeos y de transferencias extraordinarias procedentes, concretamente, del nuevo fundo fondo de reconstrucción de la Unión Europea, así como también del Estado. Pero aún no se ha cerrado el acuerdo definitivo en el Consejo Europeo y se desconoce, por tanto, lo que obtendrá España y lo que llegará a Baleares.

Esfuerzo fiscal y financiación.
El Govern que preside Francina Armengol sufre este año una caída de ingresos por la crisis económica y además debe desviar recursos a atender la emergencia sanitaria y social provocada por el coronavirus. En este contexto sigue pendiente la reforma del sistema de financiación, que debería aportar más ingresos a Balears en correspondencia con el esfuerzo fiscal que realiza y durante años viene soportando al aportar mucho más al Estado de lo que recibe.

El REB, otra asignatura pendiente.
También sigue sin desarrollo ni aplicación el Régimen Especial que fue aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez en febrero de 2019. Las medidas fiscales y compensaciones para reducir los costes de insularidad c0nstituyen una asignatura pendiente. Iniciar la redacción de los presupuestos autonómicos con estos mimbres es preocupante, porque primero debe averiguar el Govern de qué recursos dispondrá.