La libertad de discrepar de las medidas adoptadas por las autoridad sanitarias y de hacerlas públicas no es absoluta, ni puede esgrimirse para justificar el episodio que se vivió ayer por la mañana en las calles del centro de Vila. Y es que la concentración que semanalmente convoca Ibiza se moviliza se desbordó, probablemente por la indignación que ha generado en determinadas capas de la población las últimas restricciones del Govern balear y la amenaza de toque de queda para Vila y Sant Antoni. Fueron centenares de asistentes, 300 según la Delegación del Gobierno, los que se concentraron delante de los nuevos juzgados, muchos de ellos sin mascarilla, ni cumplir con las distancias de seguridad.

Violencia inaceptable.
Es una grave irresponsabilidad concentrarse sin cumplir con las preceptivas medidas de seguridad por el elevado riesgo de contagio masivo que supone, agravado por la dificultad de rastreo que supone una masa heterogénea. También merece una rotunda censura que, sin autorización previa, la concentración se desplazara hasta Vara del Rey y posteriormente hasta la sede del Consell d’Eivissa, donde los manifestantes cortaron impúnemente la Avenida España. Intolerables, asimismo, los ataques al derecho a la información que representan los profesionales, tanto de Periódico de Ibiza y Formentera, como de la Televisió d’Eivissa i Formentera, que fueron increpados y empujados y a los que incluso algunos exaltados trataron de arrancarles la mascarilla que portaban para protegerse y en cumplimiento de la normativa.

Pasividad policial.
El episodio dejó al descubierto una falta de previsión de la Delegación del Gobierno, ya que fueron muy pocos los efectivos destinados a controlar a la turba, totalmente desbordados para frenar los desmanes cometidos. La Policía Nacional solo identificó a una quincena de personas, levantó ocho actas por desobediencia, no practicó ninguna detención, tampoco informó de haber levantado acta por no llevar mascarilla y no frenó el corte del tráfico de una de las principales vías de entrada en Vila. Estas cifras no son coherentes con la gravedad del episodio vivido ayer por la mañana.