Las asociaciones empresariales de las Pitiusas hicieron pública ayer una carta conjunta dirigida al presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, en la que piden que la administración esté a la altura de esta situación de excepcionalidad y no ponga trabas a los pasos que debe dar la institución para ayudar a empresas y trabajadores a salir de la actual crisis sin precedentes. Reclaman unidad política y que no se pongan trabas burocráticas debido a la delicada situación en la que se encuentra Ibiza. Se trata de una reacción sin precedentes que pone de manifiesto las distintas maneras de actuar de la iniciativa privada y de la administración, una postura que, por otra parte, va en línea del sentir expresado por el propio presidente del Consell d’Eivissa en el último Pleno.

Las quejas de Vicent Marí.
Hace unas semanas Vicent Marí cuestionó la interpretación excesivamente rigurosa de la interventora, sin citarla, por cuestionar, «desde su despacho y con un buen sueldo», la emergencia de una partida de 750.000 euros para contratar, de forma urgente, una campaña de promoción turística. Intervención negó que pudiera ampararse en la situación de emergencia dicha campaña y, por lo tanto, consideraba nulo el contrato de promoción turística. Marta Díaz y Unidad Podemos avalaron la contratación a través de este mecanismo y el PSOE lo criticó de forma inexplicable e incoherente, ya que también había reprochado en el pasado la inactividad del gobierno en materia de promoción.

Asumir la realidad.
Los empresarios secundan a través de la misiva la actuación del gobierno del Consell d’Eivissa y también la crítica a los funcionarios a quienes piden que, «sin perjuicio de vigilar permanentemente la legalidad», sean flexibles. Resulta innecesario por obvio defender la excepcionalidad de la situación que se está viviendo en las Pitiusas y en el conjunto del país, y los funcionarios deberían estar a la altura y no convertirse en un obstáculo. La administración muchas veces se convierte en un problema, en lugar de aportar soluciones, y éste es un claro ejemplo. Quizás si los funcionarios que no ven la emergencia sufriesen un ERTE o tuviesen que cerrar su empresa verían la situación de distinta forma. Afrontar con garantías la emergencia requiere unidad de políticos, funcionarios, empresarios y trabajadores.