La intervención de la presidenta del Govern, Francina Armengol, abre esta mañana en el Parlament el primer debate de política general de la legislatura, que estará monopolizado por el impacto de la Covid-19 en Baleares y la gestión realizada. Mientras la líder del Ejecutivo tripartito, con responsabilidades compartidas por PSIB-PSOE, Podemos y Més per Mallorca reclama unidad para hallar salidas a la triple emergencia sanitaria, social y económica que provoca el coronavirus, desde la oposición le instan a ejercer la autocrítica. En esta línea, el presidente del PP balear, Gabriel Company, denuncia que «la pandemia ha puesto de manifiesto las carencias de un Govern que se ve superado por la situación».

Críticos con Sánchez y Armengol.
Según la encuesta realizada por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), los ciudadanos suspenden la gestión de la pandemia realizada por los gobiernos de Pedro Sánchez y de Francina Armengol. Los habitantes de Baleares son más críticos con la actuación de Sánchez que con la de Armengol: el 57,7 por ciento suspende al presidente del Gobierno central y lo aprueba un 27,2; y, en cambio, Francina Armengol logra una aceptación del 31,9 por ciento y un rechazo del 49,4 por ciento.

Contra las cuerdas.
Armengol intentará, de nuevo, desmarcarse de Sánchez con medidas como la petición de cierre de los aeropuertos y el plan piloto con Alemania. La situación económica de Baleares, comunidad que encabeza la subida del paro y la destrucción del empleo en España, pone a la presidenta del Govern contra las cuerdas. La temporada acabó por las cuarentenas que decretaron los países emisores y los corredores aéreos seguros carecen de fecha. Los ERTE han amortiguado el desastre social, pero el desplome de la actividad afecta a todos los sectores, con el hundimiento del consumo y la inversión. El Govern debe generar confianza y dar respuesta a una crisis sin final en el horizonte.