Al contrario de lo que está sucediendo en Mallorca y especialmente Menorca, la propuesta de hoja de ruta para la transición energética que el Consell d’Eivissa ha consensuado con Jesús en Transición, Amics de la Terra, Alianza por el Clima y el Ayuntamiento de Ibiza descarta los grandes parques fotovoltaicos por su elevado impacto paisajístico que acabaría desfigurando la fisonomía de la isla. Se trata de una medida acertada que parte, además, de un amplio consenso político -están representados PP, PSOE, Ciudadanos y Unidas Podemos en los gobiernos del Consell y del Ayuntamiento de Ibiza- y de la sociedad civil, lo que garantiza una imprescindible unidad y continuidad en su aplicación. Haber empezado el trabajo con retraso ha permitido aprender de los errores de las otras islas.

Autoconsumo.
En cuanto a la generación de energía renovable, el principal vector del modelo ibicenco de descarbonización es aprovechar los espacios urbanos y periurbanos para instalar pequeñas instalaciones de autoconsumo y de generación (cubiertas de edificios, pérgolas solares en aparcamientos, huertos solares) así como por la reducción de la demanda a través de inversiones en aislamiento, tal como ya se acordó en las medidas para reactivación económica que fueron tumbadas en Palma, y el autoconsumo de productos agrarios para evitar su importación, lo que favorece y garantiza el mantenimiento de nuestro paisaje característico. El plan también incide en la movilidad eléctrica, campo en el que el tamaño de la isla ofrece una gran oportunidad y que podría convertirse en una seña de identidad y un factor diferencial.

Mejora la interconexión.
Tratar de abastecer a toda la isla con energía renovable producida en la isla es un error. Hay determinadas zonas de España más apropiadas para grandes instalaciones productoras de energía solar y eólica cuya energía puede ser importada a través de interconexiones submarinas. La isla ha dejado de ser autónoma y cuenta con un cable submarino con Mallorca. Mejorar la conexión con el sistema general es una imprescindible para poder consumir energía renovable producida en otros lugares.