La supervivencia del sector primario de Ibiza es un asunto de interés general, ya que su importancia trasciende el interés económico que hay detrás de todos los productores, aspecto que por sí mismo ya es relevante, en tanto que genera puestos de trabajo estables y durante todo el año. El mantenimiento de la superficie cultivada es la mejor manera de preservar el paisaje característico de la isla y que, lamentablemente, está en peligro, como ha reflejado el informe anual presentado hace unos días por la Fundación Ibiza Preservation Found. Dar más pasos atrás tendría unas consecuencias desastrosas para el sector turístico en tanto que acabaría dañando la imagen del destino. El consumo de producto local evita la importación de productos producidos en otros lugares, lo que reduce la huella de carbono, tal como ha reflejado la hoja de ruta para la descarbonización de la isla. Además, con el consumo de productos autóctonos se preserva el patrimonio inmaterial que todos los ibicencos han mantenido a lo largo de siglos. Son solo algunas de las razones por las que todo apoyo a los productores agroalimentarios locales es poco y no debe ser analizado en términos exclusivamente crematísticos.

Máximo respeto.
El portavoz del Grupo Socialista, Vicent Torres, cometió el pasado viernes la torpeza de menospreciar a los productores al referirse al sector primario de forma despectiva como «bledes i oliveres». Ayer trató de reparar el daño con una aclaración poco creíble porque sus palabras fueron repetidas en varias ocasiones y formaban parte de un discurso escrito. El sector tiene toda la razón al expresar su descontento.

Necesita mejorar.
El Consell d’Eivissa ha acertado al poner en marcha las campañas Això sí és Eivissa que tiene continuidad con Això sí és Nadal y patrocinando el programa Terra Salada de TEF, entre otras medidas como la promoción del centro formativo de Can Marines. También debe atender las peticiones del sector que, según relató ayer el presidente de la Cooperativa de Sant Antoni, Joan Tur, reclama menos burocracia, mayor coordinación, más información y más ayudas.