Las Pitiusas partían de una situación epidemiológica casi privilegiada en el mes de diciembre, pero la relajación social en las fiestas navideñas junto con la presencia de la cepa británica han causado estragos en el primer mes de este 2021. Ibiza y Formentera empezaron este año con 526 casos activos de coronavirus, que se han disparado hasta los 3.906 registrados ayer. Incluso se han superado los 4.000 casos activos y ha habido jornadas especialmente duras, como la del día 20 que se registraron 414 contagios y falleció un hombre de 30 años por coronavirus.

Víctimas mortales.
La primera persona fallecida con covid este año se contabilizó el pasado día 8 de enero, un hombre de 84 años con patologías previas que estaba ingresado en Medicina Intern. Desde entonces, la cifra de decesos no ha parado de crecer, registrando jornadas con hasta incluso tres fallecidos. De hecho, ayer se contabilizaron otras tres personas fallecidas más con coronavirus. En comparación con el resto de Baleares, las Pitiusas, especialmente Ibiza, son las que peores cifras están registrando en este mes de enero. En este sentido, en el conjunto de las Islas este mes se han registrado 126 muertes de las que 24 corresponden a Ibiza y Formentera, lo que significa que el 19% de las muertes con covid contabilizadas este mes en las Islas son de las Pitiusas. Así, el 42,1% de las muertes desde que empezó la pandemia en marzo de 2020 se han producido este mes en Ibiza y Formentera. Unas cifras escalofriantes que ponen de relieve que esta tercera ola del virus está siendo la más devastadora hasta el momento en las Pitiusas.

El futuro.
Según indicó el doctor Javier Arranz en su última comparecencia, el pico de contagios en las Pitiusas aún no ha llegado, pero está cerca. Por el momento, las cifras de contagios diarios se van ralentizando, aunque no hay que perder de vista la presión hospitalaria ya que el 8% de los nuevos contagiados acabará necesitando ingreso hospitalario y de éstos el 1% necesitará cuidados intensivos en UCI, según siempre recuerda la consellera balear de Salud para reflejar la gravedad de la situación. En paralelo, la esperanza sigue puesta en el proceso de vacunación, que se debe agilizar. Sin embargo, no hay que perder de vista que, pese a la vacuna, este año hay que aprender a convivir con el virus y ser capaces de retomar la actividad económica y turística en condiciones de seguridad ya que la pandemia económica y social está siendo también muy devastadora.