El Partido Popular de Ibiza logró en las pasadas elecciones municipales y autonómicas recuperar el Consell d’Eivissa gracias a un pacto con Ciudadanos y el Ayuntamiento de Sant Antoni gracias otro al que se sumó Proposta per Eivissa (PxE) y retener con mayoría absoluta las históricas alcaldías de Santa Eulària y Sant Joan. Así, la isla de Ibiza se convirtió en uno de los pocos lugares de España donde el PP logró incrementar cuota de poder en plena debacle. Meses antes, el PP había accedido por primera vez a la Presidencia de la Junta de Andalucía, gracias a un acuerdo de gobierno con Ciudadanos y los votos de Vox en la investidura. Esta fórmula se repitió en Madrid y en Murcia y, sin Vox, en Castilla y León. Alberto Nuñez Feijoó revalidó la mayoría absoluta el pasado verano en Galicia, el único territorio en el que los populares mantienen intacto su poder, lo que sitúa a su presidente de forma permanente en las quinielas para liderar el proyecto nacional que no consolida Pablo Casado.

Respaldo unánime a Marí Bosó.
Los excelentes resultados de la hegemónica formación en Ibiza del pasado mayo de 2019 tuvieron el domingo su reflejo en las votaciones internas, ya que el presidente, José Vicente Marí Bosó, obtuvo un incuestionable respaldo unánime, al no registrar ni una sola abstención en su reelección. Cuenta Marí Bosó con el mayor de los respaldos internos para afrontar el asalto a las alcaldía de Ibiza y Sant Josep dentro de poco más de dos años.

La unidad de la derecha.
A pesar de que aún falta mucho para la próxima contienda electoral, el mapa político distará del de mayo de 2019. Es una incógnita a día de hoy la fortaleza de Ciudadanos, partido que arañó cuotas de poder gracias al empuje de la marca nacional, impulso cada vez más débil. En sentido contrario, la formación populista Vox, que no obtuvo representación entonces, está cada vez más afianzada en el debate político. De todo ello, se desprende que mantener el poder allá donde gobierna y tratar de acceder a él en Ibiza y Sant Josep no dependerá solo de la gestión,¡ ni de la solidez de las candidaturas aspirantes, ya que también influirá evitar la dispersión del voto de su electorado tradicional, el reto del PP de Ibiza.