La visita de Francina Armengol a Ibiza coincidió con una jornada en la que el Govern desconcertó a los ciudadanos con nuevos cambios de criterio, lo que genera un lógico malestar entre los ciudadanos: anunció el inicio de la vacunación masiva en Ibiza para el próximo lunes menos de 24 horas después de que el gerente del Servicio de Salud, Juli Fuster, fuera incapaz de ponerle fecha; anunció que la tímida apertura de la hostelería se prolongará durante un mínimo de un mes cuando hasta ahora las revisiones de las restricciones se venían haciendo cada 15 días; y mantuvo que aplicará restricciones en base a los datos de las unidades básicas de salud y no en toda la isla como hasta ahora, algo que no funcionó en la desescalda de la segunda ola y fue descartado por los alcaldes y el Consell por este motivo.

Poca credibilidad.
Armengol quería evitar que las palabras de Fuster del miércoles anunciando que hoy empezaría la vacunación masiva en Mallorca pero no en las otras islas empañaran los desembarcos de ella misma en Ibiza, de Patricia Gómez en Formentera, y de Miquel Company en Menorca y señaló el lunes como día del arranque. La falta de detalles demuestra que se trata de un anuncio cosmético, elaborado de forma precipitada con el único objetivo de evitar las lógicas críticas por los agravios comparativos entre islas en un asunto capital. En las Pitiusas, el apagón informativo es total.

¿Por qué un mes?
Otra rectificación relevante anunciada ayer es que la tímida reapertura de la hostelería se mantendrá un mínimo de un mes cuando hasta ahora las medidas se revisaban cada 15 días y se acompasaban a la evolución de los contagios. A priori, es difícil de justificar que se condene a un sector a no poder trabajar si la situación epidemiológica lo permite, algo que nada tiene que ver con aplicar criterios más restrictivos que los utilizados sin éxito en la desescalada de la segunda ola. Al Govern le está faltando sensibilidad y empatía con unos empresarios que, además de padecer las restricciones, no comprenden que se tomen decisiones sin fundamento.