Las reflexiones de la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas, que se recogen en la página 12 de esta edición, reflejan un notable cambio de mentalidad en el seno del empresariado balear como consecuencia de la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia. La gran patronal se aleja de los arquetipos más tradicionales para defender una mirada a medio y largo plazo para el futuro de la economía de las Islas en la que no se puede lanzar por la borda su inmenso potencial turístico, pero cuyo modelo es preciso someter a una revisión profunda. Planas, en sus declaraciones, también pone sobre la mesa la necesidad de extremar el control sanitario si de verdad se quiere lograr una temporada turística en condiciones el próximo verano.

Una lección aprendida.
Más allá de las durísimas consecuencias que la crisis está teniendo en el entramado empresarial de Balears, la dirigente de la CAEB no duda en admitir que es imprescindible evitar un escenario como el del año pasado con una temporada fallida y que para ello es preciso actuar con cautela. Es una advertencia oportuna cuando las últimas cifras de contagios en las Islas están remontando y en el principal mercado emisor –Alemania– sus datos presagian severas restricciones. Planas lanza un mensaje de moderación y prudencia en la incipiente apertura turística para evitar males mayores. No se quieren repetir errores del pasado.

Líneas de apoyo.
Hay un aspecto en el que la presidenta de la CAEB hace una especial insistencia y es la necesidad de que las instituciones generen un marco de estabilidad que favorezca la inversión, el principal motor del crecimiento económico. Más allá de las necesarias ayudas y de los créditos subvencionados, que son un salvavidas temporal para muchas empresas, Planas reclama una revisión de la fiscalidad que merece ser tenida muy en cuenta.